En El Rincón de mi Taller os hemos hablado en infinidad de ocasiones sobre los muebles antiguos. En concreto, os hemos hablado acerca de las principales técnicas de restauración de muebles antiguos, las mejores ideas para restaurar baúles antiguos o cuándo aplicar cera en muebles de madera antiguos. Consejos que quizá os resulten útiles a la hora de darles nuevas vidas a esos muebles que tenéis en casa desde hace tanto tiempo. Y la pregunta es: ¿cómo saber verdaderamente que estamos ante un mueble antiguo? ¿Qué es una antigüedad?

 

¿Cómo saber qué es una antigüedad?

Lo primero que tenemos que tener claro es qué es una antigüedad. Según Wikipedia, se trata de “un objeto que ha alcanzado una edad que lo hace testigo del pasado”. La definición es preciosa. En cierto sentido, dota a todas las antigüedades de un carácter vivo, de una huella histórica. No obstante, y como apunta precisamente la más famosa de las enciclopedias de internet, los criterios para determinar que un objeto concreto es una antigüedad resultan bastante relativos. Dicho esto, existen ciertos criterios que podemos utilizar como guías aproximadas.

Por ejemplo, el tiempo. Aunque, repetimos, no hay un consenso establecido alrededor del tiempo que debe tener un objeto para ser considerado antigüedad, suele considerarse que son antigüedades los objetos que tienen no menos de cien años de vida. Es un tiempo lo suficientemente amplio como para que dicho objetivo haya sido un testigo privilegiado de la evolución de la sociedad y del diseño. Con este criterio en mente, los profesionales son capaces de valorar antigüedades con mayor facilidad. Su tasación depende en buena parte de ello.

También del estado del objeto. Y es que por muy bien conservado que se encuentre, un objeto de cien años está obligado a mostrar síntomas de envejecimiento. Es inevitable. En el caso de los muebles podemos verlo en sitios tan dispares como los cajones, los tiradores, los pies o el propio armazón. Aunque quizá un ojo no experto en las antigüedades pudiese pasar por alto estos detalles, un tasador de antigüedades dispone de los conocimientos y de la agudeza suficiente para identificar dichos síntomas o la ausencia de los mismos.

 

Valorar antigüedades

Ambos criterios son fundamentales para determinar que un objeto sea o no sea una antigüedad. Pero no son los únicos. Por ejemplo, y a la hora de la tasación de antigüedades, resulta necesario para los profesionales mirar que el estilo del objeto se corresponda con el estilo de la época en la que supuestamente fue fabricado. Esto tiene mucho de observación del propio objeto y de conocimiento de los distintos estilos del momento, incluyendo ahí todas las variaciones estilísticas posibles. Incluso las que tienen lugar en otras regiones.

Es un trabajo complicado. Pocas cosas requieren tanto amor al detalle como valorar antigüedades. Otro truco que utilizan los tasadores profesionales es atender a la pátina. Y es que los muebles antiguos no deben de contar con una pátina uniforme. Sencillamente no ocurre. También atender a los tipos de madera, ya que dependiendo de la época había una clara predominancia del uso de una madera sobre otra. De nuevo, es algo que los ojos que no estén formados en ello pueden obviar. Pero un tasador especializado en muebles no.

¿Dudas de si tienes una antigüedad en casa? ¿Un mueble Carlos IV? ¿Un mueble isabelino? ¿Un mueble Luis XV? Tráenoslo ahora mismo a El Rincón de mi Taller y deja que seamos nosotros quienes lo estudiemos. Ponemos a tu disposición todos nuestros conocimientos para valorar antigüedades gratis. ¿Te vienes? Estamos deseando poder ayudarte.