La restauración de muebles es un universo con muchísimas dimensiones. A lo largo de los artículos nos hemos dedicado a contaros todo acerca de dichas dimensiones, así como muchas de sus técnicas. En el post de hoy nos vamos a centrar en otra de esas dimensiones que nos permiten generar muebles completamente nuevos y muy personalizados: la pintura. Y es que con la pintura podemos jugar para crear muchas sensaciones diferentes. En adelante estudiaremos cuatro de los tipos de pintura más habituales pata pintar muebles de madera.

 

Pintura a la tiza

La pintura a la tiza se ha puesto muy de moda durante los últimos años. Y se debe a varias características de gran importancia. La primera de ellas es que lo pinta absolutamente todo. Su potente adherencia hace que no nos de problemas a la hora de pintar ningún mueble con ella. Eso es una enorme ventaja. En segundo lugar, también es muy positivo que existan todo tipo de colores en la pintura a la tiza. Nuevamente, esto nos aporta una enorme versatilidad a la hora de pintar. Cualquiera que sea el color que necesitas puedes encontrarlo en el mercado.

En tercer lugar, estamos ante una pintura para muebles natural. Elaborada a raíz de resinas naturales de origen mineral, la pintura a la tiza encaja perfectamente con ese cambio de paradigma de la restauración hacia todo lo natural. Y, en cuarto y último lugar, hablamos de una pintura cuya aplicación nos proporciona resultados de una gran calidad. Las superficies pintadas con chalk paint, como son más conocidas, quedan como aterciopeladas y mate. ¿Quién no desea unos muebles así? En El Rincón de mi Taller solemos utilizarla a menudo.

 

Pintura base para madera

Y hablando de tipos de pintura que utilizamos muy a menudo en El Rincón de mi Taller y, en general, en todos los talleres de restauración de muebles: la pintura base. En este caso, estamos ante una pintura muy resistente y muy potente empleada principalmente para darle toques completamente nuevos a los muebles de madera. Un tipo de pintura que utilizamos los profesionales para reforzar los resultados. ¿Un consejo? Intentar usar siempre una pintura base del mismo color o de color similar a la capa principal de pintura de la pieza.

 

Pinturas con base de aceite

Del mismo modo que la pintura de pizarra tenía una base de agua, la pintura con base de aceite tiene una base oleica que refuerza las propiedades de la misma. Y es que este tipo de pintura para muebles no solo nos aporta aquello que buscamos en primaria instancia. Además de un acabado de pintura de calidad, también cuida mucho la madera gracias a su contenido en aceite. Es, sin ninguna duda, la pintura más resistente de cuantas existen en relación a los muebles de madera. Eso sí, recuerda que no es la mejor pintura para muebles de exterior.

 

Esmalte acrílico

La pintura para muebles de madera de esmalte acrílico también dispone de una base de agua como la pintura a la tiza. Sin embargo, también conviene resinas acrílicas en su composición que aumentan de una manera muy considerable la impermeabilidad posterior de la superficie. ¿Cómo traducimos esto? Como que estas variedades de pinturas para muebles son perfectas para muebles de exteriores. Así, la pintura de esmalte acrílico nos aporta a nuestros muebles mucha más resistencia frente a las condiciones meteorológicas como la humedad.

 

Esmalte sintético

Las pinturas de esmalte sintético tienen una base disolvente. Al igual que las pinturas de esmalte acrílico, estas también proporcionan una gran resistencia. Por lo tanto, también son bastante recomendables en los muebles de exterior y en los muebles muy utilizados. La elección es tuya. Debes considerar todas las variables a la hora de elegir la mejor pintura para muebles para ti.