Cuando hablamos, a principios de mes, de las diferentes ideas para restaurar un mueble antiguo que existen, os avisamos de que volveríamos a la carga más adelante para profundizar en cada una de las técnicas que hacen posibles estas ideas. Y en El Rincón de mi Taller somos como los Lannisters: siempre pagamos nuestras deudas, siempre cumplimos nuestras promesas. Como muestra, este nuevo artículo en el que hablaremos sobre una de las técnicas de restauración más populares: el decapado. ¿Pero en qué consiste exactamente?

El decapado de muebles es una técnica decorativa que combina diferentes capas de pintura, cada una de ellas con diferentes colores para generar contraste, a la hora de pintarlos. El resultado, como habréis comprobado en tantísimas ocasiones, pues prolifera aquí y allá, son muebles con estilos claramente vintage. De ahí que durante los últimos años estemos viendo más y más entornos amueblados con mobiliario decapado. Después de todo, y además de muy estética, es una técnica muy sencilla de llevar a cabo.

No confundir el decapado decorativo, no obstante, con el procedimiento de decapar. En este último caso, incluye únicamente la eliminación del acabado que tiene un mueble mediante decapante químico o mediante espátula. En otras palabras: decapar un mueble es liberar al material que lo compone de las capas de pintura o barniz que tienen encima, mientras que el decapado en muebles con fines decorativos implica mucho más. Vamos a darte las claves sobre cómo llevar a cabo esto último por si te animas en casa.

 

¿Cómo decapar un mueble?

El primero paso sobre cómo decapar un mueble es, lo habéis adivinado, decaparlo. Es decir, quitarle con el uso de una lija los acabados antiguos que ahogan la madera, metal o cualquier otro material. Seguidamente debemos decapar con un decapante químico para asegurarnos de dejar el mueble desnudo. Solo cuando esté totalmente limpio podremos comenzar con el decapado decorativo. ¿Cómo? Pintando primeramente el mueble con un color secundario que proporcionará contraste cuando apliquemos, después, el color principal.

Una vez tenemos pintados ambos colores, será el momento de practicar el decapado propiamente dicho. Usando una espátula, desgastaremos voluntariamente las zonas que acabarían desgastándose naturalmente por el paso del tiempo. Como las esquinas o las patas. Por último, y una vez tenemos ese aspecto envejecido que buscábamos, terminaremos nuestro decapado de muebles de madera (o de cualquier otro material) aplicando una capa de óleo o cera de betún al mueble. Esto le aportará al resultado final una mayor suavidad y homogeneidad.

El procedimiento, como decíamos anteriormente, es muy sencillo. Únicamente necesitamos muchas ganas y algo de paciencia para seguir los pasos adecuadamente. ¿Pero y con los muebles oscuros? ¿Es igual de sencillo o hay más dificultades para conseguir el decapado que estamos buscando? Lo resolvemos en el último apartado.

 

¿Cómo decapar un mueble oscuro?

Vamos al grano: no, no es más complicado. De hecho, es incluso más sencillo porque nos permite saltarnos uno de los pasos. En primer lugar, y como hacíamos con los muebles claros, lo primero será utilizar una lija para que desaparezcan los acabados anteriores. Posteriormente deberemos, del mismo modo, aplicar un decapante para pintura para terminar por eliminar esas viejas capas de pintura o de barniz. Asegurarse de que quede el mueble libre de acabados es esencial para conseguir los resultados que buscamos.

Ahora es cuando vienen las facilidades. A la hora de saber cómo decapar un mueble oscuro, conviene entender que la capa de pintura oscura ya viene incorporada. ¿Recordáis? Aquella primera capa secundaria que nos daba la posibilidad de generar contraste con la capa de pintura principal color crema. Ese paso ya viene hecho gracias al color original de la madera con la que se fabricó el mueble. Ahora ya sabes cómo hacer un decapado. De todas formas, si tienes dudas y quieres que te echemos una mano, recuerda que aquí tienes a tus especialistas.