Los sofás se deterioran. Llegan al final de sus días con un aspecto que denota años y años de buen disfrute. Todo cuanto podemos hacer, en apariencia, es tirarlos a la basura y acudir a la tienda para comprar uno nuevo. Aunque esto no es cierto. Tenemos otra opción en nuestra mano: tapizar el sofá. Tanto si ha sufrido desperfectos en su apariencia como si, simplemente, queremos proporcionarle un aspecto nuevo, especial, el tapizado se convierte en nuestro mejor aliado. Aunque hay algunas consideraciones que tenemos que tener en cuenta.
Una de ellas, y es en la que nos centraremos en este nuevo artículo, es la elección de la tela entre todas las telas de tapicería que podemos encontrar en el mercado. Obviamente, un factor muy importante a la hora de decidir es la estética, pero también la textura, la durabilidad, el frescor o la facilidad de limpieza. De todo esto vamos a hablar a continuación. Para empezar, centrémonos en los principales tipos de telas para tapizar sofás que hay y en qué características tienen. ¿Preparado? Pues acompáñanos.
Tipos de telas de tapicería
La variedad de telas para sofás es enorme, así que vamos a centrarnos únicamente en cinco. Para empezar, en una muy estética que está experimentando un revival de popularidad: el terciopelo. Es una de las opciones más recomendadas si buscas impacto visual y calidad, aunque pueden dar mucho calor en verano. En contraste con esta, encontramos el algodón. Las telas compuestas con este material aportan mayor frescura y una agradecida facilidad de limpieza. Perfecta para quienes priorizan el confort en todos los niveles.
Por otro lado, encontramos telas para tapizar sillones y sofás basadas en microfibras. Es un material al alza ya que consiga imitar la piel natural, proporcionando un gran atractivo visual. Y, al mismo tiempo, resisten bastante bien frente a las manchas y las arrugas. Lo mismo ocurre con las telas de chenilla, muy cómodas y suaves al tacto, aunque no tan fáciles de limpiar como otras opciones. Por último, mencionamos las telas de foneta, que ofrecen mucha durabilidad y son bastante más económicas que otras opciones.
La mejor tela para tapizar
Ya nos conocéis: nos gusta daros consejos útiles que os hagan la vida lo más sencilla posible. Pero en esta ocasión, y aunque nos disguste, no podemos ofrecerte una respuesta tajante acerca de cuáles son las mejores telas para tapizar un sofá. La variedad, como ya apuntábamos, es enorme. Y todo depende en última instancia del uso que vayas a darle, la presencia o no de niños, la presencia o no de mascotas, el estilo de diseño global de tu salón (no es lo mismo que sea nórdico que art déco), las condiciones que encuentres más cómodas y, por supuesto, del criterio visual.
Sin embargo, sí podemos aconsejarte que tengas en cuenta tres factores muy importantes a la hora de elegir la tela para tapizar un mueble. Uno, la resistencia de la tela, ya que una resistencia débil te llevaría a tener que cambiar de mueble, en este caso de sofá, antes de lo que desearías. Dos, la elasticidad, pues si no es una tela con capacidad para volver a su estado natural tras deformarse, tendrás una batalla eterna con las arrugas. Y tres, la higiene. Nadie quiere una tela con propensión a acoger a todo tipo de bacterias, ¿verdad?
Tela para sofás
Una vez has decidido qué tela para sofás necesitas, ya habrás hecho lo más complicado. Tal vez no en términos de tiempo y esfuerzo, pero sí en importancia. La tela será, en última instancia, y junto a la propia estructura del sofá, la que le aportará las características que harán que sea un sofá cómodo o un sofá incómodo. Y, admitámoslo, pasamos en él demasiado tiempo para que no sea una acogedora maravilla. Si sabes cómo tapizar un sofá, todo lo que viene a continuación te resultará facilísimo. En caso contrario, siempre puedes contar con nuestra ayuda.