Seguro que no es la primera vez que escuchas hablar del Feng Shui. Y no es para menos. Después de todo, este sistema filosófico chino de origen taoísta cuenta con milenios de antigüedad. Aunque en China y en algunos otros países asiáticos lleva siglos y siglos influyendo, hace relativamente poco tiempo que penetró en la cultura de los países occidentales. Sin embargo, podemos ver cómo prolifera aquí y allá en todo tipo de hogares. Su búsqueda de la armonía en el espacio genera unas sensaciones positivas sobre las personas que lo hacen adictivo.

 

Feng Shui

La premisa del Feng Shui es clara: existe un alimento vital o chi que fluye de una manera determinada u otra en función de la disposición del espacio y los objetos que lo ocupan. Partiendo de esa premisa, los hogares basados en la filosofía Feng Shui buscan generar armonía en el hogar a través de la utilización del espacio, la orientación de los espacios y el empleo de los muebles y demás objetos de decoración. La finalidad es que la energía fluya y ese alimento vital nos llegue de manera libre. ¿Pero qué debemos hacer para conseguir un espacio así?

En ese sentido, es muy importante tener en cuenta el mapa Bagua. Se trata de un mapa que muestra la forma en que se corresponden los puntos cardinales con los diferentes circuitos energéticos. Por ejemplo, en el Feng Shui para el hogar, el norte está vinculado a la carrera y el trabajo, así como a los huesos o los oídos. El noreste, por su parte, lo está al autoconocimiento, a la tierra, al estómago, al Pecho y a las manos. El este a los antepasados, las plantas y las piernas. El sureste al dinero, la madera y las fuentes de agua.

En este mismo mapa Bagua, el sur está relacionado con el prestigio, el fuego, el corazón y los ojos. El suroeste al amor y los órganos internos. El oeste a la creatividad, los hijos, el metal, el cabello y la boca. Y el noroeste a viajes, amigos metal, piel o cabeza. Una vez tenemos esto en cuenta a la hora de orientar los elementos en una casa Feng Shui, podemos continuar con el resto de conceptos claves del estilo. Como la luz. Es muy importante evitar la oscuridad en el hogar dado que el chi no fluye adecuadamente a través de ella según el Feng Shui.

También los colores. Azul es sinónimo de paz, rojo de alegría, marrón de equilibrio, blanco de individualidad y verde de vitalidad. Los pasillos deben ser libres y permitir un movimiento fluido. Las salas deben disponerse en perfecto orden para que la energía se mueva libremente. Las plantas deben estar presentes puesto que ayudan a que el chi fluya. Tan solo debería haber una puerta para no confundir al chi. Y eliminar objetos que roban parte de la energía Feng Shui como los objetos rotos, los relojes parados, los cuadros violentos o lo duplicado.

 

Muebles para el Feng Shui

¿Pero y qué hay de los muebles en la arquitectura Feng Shui? En realidad, el Feng Shui, tal y como hemos visto, no establece unos criterios específicos de formas y colores. En realidad, alude más a la armonía y a detalles que pueden impedir o favorecer la circulación energética en un hogar. Si es algo en lo que crees, si piensas que dicha energía es real y quieres favorecer su movimiento alrededor de tu hogar, debes tener en cuenta todo lo anterior a la hora de comprar muebles. Pero, por encima de todo, tener muy en cuenta cómo ubicarlos en la casa.

Por ejemplo, y esto ya lo anticipábamos, debemos evitar los muebles en los pasillos. Esto entorpece el flujo de la energía siempre y por muy hermosos que sean los muebles. También debemos tener en cuenta que, tal y como recomienda la filosofía Feng Shui, lo más adecuado es dormir con la cabeza orientada hacia el norte. También es importante que la cama no se encuentre justo frente a la puerta. También debemos prescindir en el dormitorio de los espejos. Hay muchas otras recomendaciones para muebles de otra sala. ¿Por qué no experimentas?