Hay técnicas que resultan especialmente importantes en el mundo de la restauración de muebles. Técnicas sin las cuales los profesionales no podríamos concebir algunos de los diseños que concebimos ni reparar bastantes de los muebles que reparamos habitualmente. Una de ellas, en la que profundizaremos en el artículo de hoy, es la técnica de encolar un mueble. Una técnica que ha demostrado ser, una y otra vez, aplicación tras aplicación, la mejor manera de unir piezas de madera. Y desde luego que necesitamos unir piezas de madera.
¿Qué es encolar un mueble?
Los muebles de madera no tienen una vida infinita. La calidad de sus materiales y de sus procesos de fabricación influye mucho en la durabilidad de los mismos. Sin embargo, el paso del tiempo hace mella en todos los objetos, animados e inanimados, del mundo. ¿Qué le ocurre a los muebles de madera? Pues muchas cosas distintas, pero la que nos concierne hoy es que se desencolan. Eso significa que las piezas que lo conforman pierde en mayor o menor medida la capacidad de mantenerse unidas entre sí. En ese contexto, encolar mueble es esencial.
¿Alguna vez te has sentado en una silla de madera y se tambalea hasta el punto de que parece que terminarás en el suelo? ¿Has sentido como el armario temblaba ligeramente al desplazarlo? Son consecuencias de ese proceso de desencole que sufren las piezas de los muebles. En ese sentido, es necesario intervenir para garantizar que la estructura del mueble se mantiene rígida y unida. Hay muchos métodos, pero, como apuntábamos antes, encolar es el más efectivo de todos. La pregunta es: ¿cómo encolar un mueble de madera?
Lo primero que tienes que tener contigo son los materiales. No son demasiados, pero cada uno de ellos juega un papel muy importante. Bastará con un trapo húmedo, un taco de lija fino, un bote de cola especial para madera y cinta de adhesiva. ¿Lo tienes todo? Pues ya puedes encolar tus muebles. Como decíamos antes, las sillas suelen ser los muebles que más sufren de desencole debido a la cantidad de unión de piezas que posee y el gran uso de ellas que hacemos. Por eso vamos a explicarte cómo encolar sillas.
Trucos para encolar sillas
Como siempre, el primer paso para prácticamente cualquier proceso de restauración es la limpieza del mueble. En este caso, utilizamos un trapo húmedo para eliminar tanto el polvo como las pequeñas manchas que pudiera haber y que pudieran darle el más mínimo relieve a la superficie. Además, y para asegurarnos de que no exista dicho relieve, emplearemos la lija suave para suavizar la madera que queremos encolar. ¿No sabes cómo lijar un mueble de madera? Lee nuestro artículo sobre cómo lijar puertas de madera. Te servirá.
¿Ya está limpio y lijado? ¿Suave como la piel de un bebé? Pues es hora de aplicar la cola. Es importante que estés totalmente seguro de estar empleando cola específica para madera. De lo contrario, podrías no solo no obtener los resultados esperados, sino también dañar la superficie del mueble. Ah, y no abuses de las cantidades. Vierte la cola necesaria sobre la pieza que quieras unir y, a continuación, presiona bien fuerte contra la otra pieza de la silla con la que quieras unirla. Puedes ayudarte poniendo un poco de peso encima.
¿Para qué es la cinta? Pues para aquellas situaciones en las que no sea posible añadir peso. Ya sea porque no hay nada que puedas utilizar como peso o porque las piezas de la silla sean demasiado frágiles. En esos casos, utiliza el adhesivo para unir ambas piezas hasta que la cola se haya secado. Repite este proceso con todas las piezas de modo que consigas devolverle la estabilidad a la silla. Ahora que sabes cómo encolar una silla que se mueve, ¿piensas dejar que se tambalee de esa forma?