Una vez más os traemos más ideas de restauración. En este caso vamos a hablar sobre las mesas de ese despacho restaurado. Pero concretamente hablaremos del buró. Hicimos una breve introducción hace un tiempo sobre cómo un buró antiguo puede ser restaurado. ¿Pero sabéis exactamente qué es? Si leísteis nuestro artículo anterior seguro que ya lo tenéis claro. Pero para quienes sois nuevos os lo explicaremos brevemente. La definición de buró es la siguiente:

Escritorio con pequeños compartimientos y cajones en su parte superior, que se cierra levantando el tablero sobre el que se escribe o bajando una especie de persiana.

¿Vale la pena restaurar un buró?

El buró es un pequeño mueble que se empleaba para cumplir esas funciones de pequeño despacho en los hogares y que se popularizó durante el siglo XIX. Aunque algunos fabricantes han diseñado sus propias versiones más actualizadas. Este mueble se ha convertido en una pieza que encontramos principalmente en tiendas de antigüedades o en alguna casa olvidado en un rincón. Sin embargo, un buró restaurado puedes formar parte de la decoración de nuestro hogar y enriquecer cualquier espacio.

Con la proliferación del teletrabajo un burro antiguo restaurado puede ayudarnos a convertir un rincón de nuestro hogar en nuestro espacio de trabajo. ¿Cuáles son sus ventajas? Nos permite contar con una mesa sobre la que trabajar que por lo general se pliega y se guarda ocupando menos espacio. Además, sus cajones nos permiten guardar diferentes elementos de forma organizada.

 

Cómo restaurar un buró

Si os gusta la idea de contar con este elemento de líneas clásica, Seguro que queréis descubrir cómo restaurar un buró. Como siempre os comentamos lo primero será definir el resultado que queremos obtener. Saber dónde lo vamos a poner o cuál será su uso puede determinar el acabado que vayamos a realizar. Por ejemplo, si nos dedicamos a pintar acuarelas probablemente deseemos que la superficie tenga cierta resistencia al agua. Pero, sin embargo, Si se convierte en un espacio para estudiar o escribir puede que no necesitemos un acabado tan resistente.

Un buró antiguo restaurado nos permite dar rienda suelta a nuestra creatividad y trabajar diferentes técnicas de restauración. Pero sin duda primero tendremos que preparar la pieza para trabajar sobre ella. Al ser un elemento antiguo la superficie necesitará una preparación para trabajar sobre ella.

Materiales para restaurar un buró

conseguir un escritorio restaurado puede ser sencillo. Lijas, trapos o cepillos nos ayudará a preparar la superficie de trabajo. De hecho, hace un tiempo os hablamos de cómo quitar la pintura de la madera. Pero antes de todo esto no debemos olvidarnos de retirar todos esos elementos que hace más complicada la labor de restauración. Retirar tiradores u otros elementos que nos dificultan la labor será fundamental. Por un lado, para tratarlos de forma individual, por ejemplo, para limpiar el metal de los tiradores. O para evitar que se estropeen durante el proceso.

Técnicas de restaurado de burós

Un escritorio de madera restaurado puede convertirse en la pieza estrella de nuestro proyecto de decoración. Pero son muchas las técnicas que podemos emplear. Si la pieza está en perfecto estado quizás baste con aplicar una capa de cera para protegerlo. Pero quizás deseamos dar un paso más allá y emplear alguna técnica de pintura creativa, como el empleo de plantillas para pintar. También podemos jugar con los acabados, por ejemplo, la pintura a la tiza tiene acabado mate, que encaja perfectamente con las líneas clásicas de un buró antiguo restaurado.

 

Ejemplos de burós restaurados

Un Buró restaurado puede tener una doble función. De hecho, hemos trabajado en alguno que ofrecía un espacio perfecto para convertirlo en una cómoda y tocador. Los pequeños cajones se convierten en el lugar ideal para almacenar maquillaje o joyas. Y si cuenta con más cajones de mayores dimensiones puede ser perfecto para guardar distintas prendas. En este caso se convierte en un elemento perfecto en nuestro dormitorio. Pero como os comentábamos Una de las opciones más empleadas es convertirlo en tu propio escritorio restaurado. Si necesitas restaurar cualquier clase de mueble, puedes contar con El rincón de mi taller.