Por suerte para nuestro planeta, cada vez más consumido por la vasta cantidad de materias primas que usamos los seres humanos para vivir, la cultura del reciclaje y la reutilización están penetrando fuertemente en nuestra sociedad. Un ejemplo de ello es la restauración de muebles antiguos, una disciplina cada vez más de moda. Como os hemos ido explicando en numerosos artículos durante los últimos meses, existen muchísimas técnicas que le pueden proporcionar una segunda vida a nuestros muebles. Que acaben en la basura es siempre la última opción.
Y, en este sentido, los muebles de madera son mejores que ningún otro tipo de mueble. Al fin y al cabo, la madera es un material excepcional que nos permite trabajar con ella con mucha facilidad y versatilidad. Porque aunque es cierto que existen muchos tipos de madera para muebles, en líneas generales son más tratables que otros materiales como el metal. Es por eso –y por su belleza estética, claro- que la inmensa mayoría de muebles están fabricados con este material. Y lo que vale para su fabricación, vale también para su restauración. Son geniales.
Por eso en el artículo de hoy vamos a ver qué pasos debemos seguir para restaurar muebles de madera y que no acaben tristes y abandonados en un vertedero. Deberás contar, eso sí, con una serie de materiales que serán imprescindibles para llevar a cabo estas tareas de restauración. Como una espátula, una brocha, un formón, una lana de acero, un pincel, un cepillo de cerdas, una lija, decolorante, pasta para madera y, en caso de que nuestro mueble haya sido atacado por carcoma, insecticidas especiales para combatirla.
Reparación de muebles de madera
Lo primero que debemos hacer para llevar a cabo con éxito la reparación de los muebles de madera es limpiar con esmero su superficie. Lo más importante aquí es eliminar los restos de suciedad y el polvo que pueda haber acumulado. Solo entonces llegará el turno de decapar el mueble. El objetivo de esto será eliminar todas las capas de pintura y barniz antiguas. Para ello, aplicaremos el decapante químico y dejaremos actuar durante un tiempo. Trascurrido este, y usando la espátula o el cepillo de cerdas, terminaremos de decaparlo manualmente.
El siguiente paso, una vez hemos quitado del mueble las capas antiguas, será encontrar los defectos que pueda tener la madera y taparlos con la masilla. Ayúdate de la espátula para este proceso. Y cuando ya tengamos esto, tocará lijar las distintas superficies del mueble para dejarlo completamente liso. Como decimos siempre en todos nuestros tutoriales, ponle mucha paciencia y amor a cada proceso. Las pequeñas consecuencias de las prisas van acumulándose y acaban dejándose ver en el resultado final. Es clave en cómo restaurar un mueble de madera.
Pintura para muebles de madera
En este punto, el mueble está en perfectas condiciones para que procedamos a pintarlo. Te aconsejamos, antes de ponerte a ello, dedicarle un tiempo a decidir con precisión qué aspecto deseas que tenga el mueble. ¿Dónde vas a colocarlo? ¿Qué colores predominan en ese entorno? ¿Quieres armonía o contraste? Ten en cuenta que, si te arrepientes más tarde, deberás volver a decapar el mueble, con todo el trabajo extra de restauración que eso conlleva. Míralo bien y piensa qué quieres que llegue a ser. Cuando lo tengas decidido, será hora de pintar.
Recuerda, ante todo, no utilizar pintura tradicional para pintar tus muebles. Como ya hemos comentado en este blog muchas veces, existe pintura para muebles de madera especial. Utiliza la brocha y el pincel para llegar a todos los rincones del mueble y aplica siempre las pasadas en una misma dirección. Déjalo secar y, cuando esté listo, vuelve a lijar la superficie con mucho cuidado para que quede en perfectas condiciones. Con este tutorial, y si tienes muchos muebles que poder restaurar, te lo vas a pasar genial.