Descripción
En esta ocasión, nuestro cliente nos trae dos apliques. Están muy deteriorados. Los brazos están rotos, los cristales muy sucios y no funciona.
El primer paso es desarmar todos los cristales para su recuento y limpieza.
Soldamos los brazos del aplique que no son bronce sino una aleación de algún metal. Cablearemos la lampara y cambiaremos todos los casquillos por nuevos. Pondremos nuevos embellecedores. Pintamos los brazos en dorado antes de colocar de nuevo todos los cristales limpios en la misma disposición en la que estaban añadiendo algún elemento perdido.